Destruir es mucho más fácil que construir. Esto pide tiempo, esfuerzo, perseverancia, inteligencia. Aquello se hace mucho más rápidamente, sin tanto esfuerzo, y a lo más se requiere un conocimiento fáctico – cómo funciona una bomba – pero no inteligencia, es decir, leer dentro de la realidad, comprenderla. La inteligencia es tal si entra en la verdad, el respeto, el corazón.

¿A qué viene este ingreso? A que nuestra página web diocesana, http://diocesiscanelones.com fue suprimida, destruida, por alguien que se creyó vivo y la vació completamente.

El trabajo humilde, constante de meses, fue destruido después de las 16.26 del sábado 30 de julio. No sé exactamente cuando dejó de existir. Agradezco, sólo por curiosidad, que nos digan los que leyeron la página después de esa hora y quién ya no pudo entrar antes del martes.

De todas formas seguiremos comunicándonos. Los cristianos estamos recorriendo el mundo con una Noticia increíble, siempre nueva desde hace dos milenios. No nos detuvieron ni las persecuciones violentas, ni tantas injusticias y cortapisas.

Antes de este comunicado, agrego lo que había escrito como mensaje semanal el pasado domingo 31 de julio.

“Los tiempos que vivimos no son fáciles: las dificultades políticas, las incertidumbres, las contradicciones nos advierten que será un camino no carente de riesgos, que requerirá nuestro sentido de responsabilidad, y sobre todo, toda nuestra simple fe, toda nuestra viva esperanza, toda nuestra más verdadera caridad” (Vittorio Bachelet, citado por G.Andreotti, en l ‘Osservatore Romano del 6 8 11).