de un modo más fuerte que Jesús, el Mesías, murió por nuestros pecados y fue
resucitado para darnos perdón y vida eterna.
especial de detenernos un poco, tanto personalmente, como en cuanto a sociedad.
Parecería que lo principal gozar y distraernos. Como decían los romanos: pan y circo. La misma Semana Santa se
va convirtiendo en pan y circo.
que el Mundial es lo más importante. ¡Qué tontería! ¡Qué engaño! No lo único
necesarios es Dios y cada ser humano
ante Dios. Y la Semana Santa es invitación a ese encuentro. Si no, estamos
perdiendo nuestra vida.
imprescindible mirar la realidad del pecado
y la muerte. La sociedad tiene que tener lugar para enfrentarse con el
pecado y la muerte. Cada uno tiene que ponerse cara a cara con el pecado y la
muerte.
mirando dimensiones colectivas: la pobreza, especialmente como pobreza
infantil; el ataque sistemático al matrimonio y a la familia; la falta de
educación en el sentido pleno de la vida, incluyendo a Dios.
que cada uno deje algo de lado ‘el pan y circo’ y se enfrente con su pecado y su muerte: sólo así asume
plenamente toda su vida. ¿Cuánto reflexiono sobre mis pecados y sobre mi
muerte?
con Jesús podemos enfrentar nuestro pecado – sin mentirnos ni justificarnos – ,
nuestra muerte, sin engañarnos, y tener esperanza verdadera.

persona y por sus actos el salvador del mundo.
su palabra la verdad que nos hace libres, si la recibimos en su totalidad; por
eso es necesaria recibirla de la Iglesia que nos da toda la Palabra, sin que
elijamos la parte que nos gusta, sino que nos dejemos transformar por ella.
salvador, que obra en nosotros por la fuerza del Espíritu Santo, por medio de
los sacramentos de la Iglesia: el
bautismo y la confirmación; la confesión y la Eucaristía.
circo. Seamos responsables y libres:
miremos el pecado y la muerte. Busquemos el perdón, la reconciliación, y la
vida eterna.
Iglesia: ven y tendrás vida y vida en abundancia.
Santa Semana.
https://www.youtube.com/watch?v=p7X9Aq_jgUA