Es esta una invitación a profundizar en la oración de la Iglesia.
El tiempo de Navidad es de una gran maduración de la fe de la Iglesia, de su meditación de las Escrituras,
de su adoración, alabanza, acción.
Ha sido inmensa la creación que en los siglos ha producido el misterio de la Navidad, tanto en imágenes y pinturas, como en formas musicales.
Los villancicos y otros cantos navideños son una expresión de ellos y son veerdaderamente valorados.
Pero hay que hacer el esfuerzo, para ahondar en lo que la Iglesia ha producido, meditado, y hoy canta en la Liturgia.
En particular queremos proponer los introitos de las Misas de la Navidad. Es una selección de textos bíblicos, es la oración secular de la Iglesia con la Palabra de Dios. Son menos sensibles que los villancicos, y que los cantos como el Adeste fideles. Pero son de una profundidad insospechada.
Proponemos, tanto para la oración personal, como para la Liturgia atender, escuchar y cantar el Introito propio de la Misa de Medianoche – Dominus dixit ad me, el Señor me ha dicho – y el de la Misa del Día, que es de los introitos más maravillosos – Puer natus est nobis, un niño nos ha nacido –